Este ha sido hasta día de hoy, mi último trabajo para la televisión, la Telemovie sobre el secuestro y asesinato de Miguel Ángel Blanco. Cuando me hablaron del proyecto e hice el casting para esta miniserie de 2 capítulos se llamaba FUTURO 48 HORAS, para finalmente optar por quitar la palabra futuro y dejarlo en 48 HORAS. Esa fue la cuenta atrás, 48 horas. Pero puedo asegurar que no va a ser mi último trabajo para la televisión, porque voy a volver y con más fuerzas que nunca, poco a poco, pero volveré pronto a hacer algo, no se el qué, pero va a ser muy pronto.
48 Horas se grabó para ser estrenada en el 10º aniversario del fatídico suceso. Dos días que mucha gente recuerda como horribles, ahora no logro recordar si se estreno en el 9º o el 10º, tampoco importa mucho ahora.
Antes de su estreno en Antena 3 hubo se proyectó una edición especial para el Festival de Cine de Málaga. Por lo visto el montaje era mucho más dinámico que el que tenía para la edición en Antena 3. Después del pase y desde el mismo festival, me llamó Antonio Sempere, un periodista al que muchos noveles le deben su primera aparición en prensa y los primeros halagos. Nos conocemos hace 10 años y siempre le agradezco que se acuerde de mi y me de todo su apoyo.
Volviendo a 48 Horas. Esta telemovie tiene mucho de ficción, como es de suponer. Todo lo que habla sobre Miguel Ángel Blanco (interpretado por Andoni García) en el zulo, lo que dice, lo que piensa, lo que habla con los secuestradores, todo es pura ficción. A nadie pudo contar como lo secuestraron, y que hizo durante los dos días de secuestro, ni que pensaba ni que sentía. El resto de la telemovie si tiene tramas reales, como que fue la primera vez que los tres cuerpos policiales trabajaron juntos.
Por muy partidista que en un principio podía parecer, ya que habla de un tema desagradable, la telemovie es muy light, muy blanca, muy para todos los públicos y opciones políticas. (hablo de las opciones generalistas, no autonómicas) No se moja en absoluto en temas políticos, nadie queda mal, ni los buenos, ni los malos. Los malísimos, como siempre si quedan mal, pero la culpa es de ellos mismos. Cuando leí el guión me di cuenta que eso no dañaba a casi nadie.
En mis escenas tuve la suerte de trabajar con un gran actor y mejor persona como es JESÚS RUIMAN. La verdad es que estoy muy agradecido a Jesús, ya que en algo tan complicado como un primer plano largo, me dio referencias sin que el director se lo pidiese, y se comportó como lo que es, un gran compañero. También compartí secuencias con otro gran actor TOMAS DEL ESTAL al que le seguía la pista desde que entró a formar parte de los elencos habituales de las obras de teatro de mi amigo MIGUEL MORILLO. Al resto del reparto apenas los vi, es lo que tiene el cine que puedes trabajar con mucha gente y no coincidir en tu unidad o en tus tramas con casi nadie. Recuerdo que todo el mundo me preguntaba que que tal era Roberto Álvarez y que si era igual que en Ana y los 7. Pues la verdad, es que no lo se. Solo lo vi 5 minutos en maquillaje y en un plano a través del espejo... bueno, él me veía a mi porque yo a él, no.
El día de Julio que Antena 3 decidió estrenarla yo me encontraba en La Riviera en el concierto de Beck, y por la cantidad de mensajes que me llegaron, me dí cuenta de que la gente ve la televisión más de lo que suele decir. Recuerdo que todo el mundo me decía... que serio estás... Cojones!!! Si me ha trincado la policía, acusado de secuestro y miembro de ETA, me han dado cuatro galletas y me están interrogando.... Pongo sonrisa Colgate!!!!
La verdad es que estoy muy contento con este pequeño trabajo que realicé, y eso que hay una secuencia que grabé y que no se pudo montar en la que digo una palabras en Euskera, pero me partieron la ceja y por Racord no tenía sentido ponerla, toda una pena. Pensé que después de esto volvería a trabajar con Mundoficción o con Estudillo, el director, pero de momento, no ha sido así.